sábado, 28 de diciembre de 2013

SUEÑOS ROTOS (la respuesta)

         
    Nunca le ocultó a nadie, fuera real o imaginario, su sueño de llegar a volar. Tanto lo deseó que un día percibió, con alegría, que el vello le mutaba a plumas, que la nariz se endurecía y se curvaba hacia el suelo confundiéndose con la boca y que las manos se encogían y tomaban la forma de garra.

    Algo le debió de salir mal al santo de los milagros porque a las pocas semanas las piernas se habían transformado en ruedas.

  Con todo, lo que peor llevaba es que en el pueblo le llamaran  "el ave cicleta".



(Con mis disculpas por la inocentada).






4 comentarios:

  1. ¡Eres muy malo!, jajajajaj ... pero claro, sigo pensando lo mismo.
    ¡¡¡¡Felicísimo 2014!!!
    Abrazos

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    1. Ha sido una licencia navideña.
      Muy feliz año, Rosy.
      Un beso.

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  2. Sin duda, una sonrisilla se ha escapado al leerlo. Y sinceramente, da mucho por pensar acerca de este microrelato, entorno a la falsedad de los sueños, y los deseos,... Gracias por compartirlo.

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    1. Objetivo conseguido. Gracias por pasar y comentar.
      Saludos.

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