ALCANTARILLAS

Escaparon por las alcantarillas del centro de refugiados y aparecieron en su país de origen.

Una huida que tiene mucho de denuncia simbólica sobre la organización del mundo. La escapatoria de los refugiados del centro en el que están encerrados termina mal, porque el alcantarillado conduce al país del que escaparon, como si hubiera una corrupción del primer mundo que se vertiera en el tercero y de ahí lo que ocurre a los refugiados. Como si lo que rechaza el primer mundo fuera a parar al tercer mundo, pero por debajo de la superficie, igual que los desperdicios que se desaguan desde los hogares.

Es, por un lado, la historia de un fracaso y, por otro —y principalmente—, la historia de cómo hay un nexo subterráneo entre la situación del primer mundo y la del tercero, como si todo estuviera atado y bien atado (que se dice). Ciertamente, el texto también se puede leer como un mero relato surrealista, en el que la búsqueda de una salida termina mal merced a una vinculación fantástica entre el centro de refugiados y el país de origen de los huidos, pero creo que la interpretación sarcástica es la más ajustada a su espíritu, y aplaudo, en cualquier caso, su fina ironía.

Enhorabuena, Rafa Olivares, por el relato, estupendo, y por el premio.

(Relato ganador en Cuenta 140, con el seudónimo Pugachov. Tema: alcantarillas. Comentarios del juez Juan Aparicio Belmonte).

ESTAMOS EN PAZ

BUENA VECINDAD

Estamos en paz, ellos no tocan el piano ni nosotros la guillotina.

RUPTURAS

Estamos en paz. Le he devuelto el Mont Blanc de oro y el Rolex, que apenas usaba, y ella a mí, los pendientes de bisutería, que tan bien le quedaban, y el Casio, que no ha retrasado ni un segundo en estos cinco años. Oye, ¡que se lo hubiera pensado mejor!

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Estamos en paz).

EL TAL JOSÉ LUÍS

DILEMA

–Su padre es un tal José Luís Urrutia, de los Urrutia de toda la vida, el que conduce autobuses de línea, y su madre, Adela, la que tiene una peluquería en Lavapiés; pues ella, Sole, la hija mediana, que trabaja de azafata de congresos y tiene un novio en Grazalema, es la que me recomendó venir a su consulta para superar mis limitaciones de comunicación y memoria –dijo recostada en el diván.

El sicólogo ojeó las hojas impolutas de su cuaderno de notas y se debatió entre exprimir a la paciente durante un par de años o recetarle un placebo y darle el alta.

CONFESIONES DE LA MADRINA DEL CUERPO

Su padre es un tal José Luís. ¿O era Juan Enrique? ¡Ay, no sé! Eran tantos y tan cariñosos…

PECADOR

Su padre es un tal José Luís, obispo.

DE TAL PALO… ¿O ERA DE TAL CAÑA?

Su padre es un tal José Luís que emigró a América y se hizo rico con plantaciones de café, produciendo ron y abriendo academias de baile. Ahora su hijo, Luisito, es el mejor cliente del Club Latino y se le puede ver allí todos los días bailando salsa y tomando carajillos, siempre de ron.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Su padre es un tal José Luís).

MOMENTOS MOSCOSOS

 

Darse una vuelta con él, el oficial más antiguo, a media mañana, era lo más placentero del día. Acoplábamos a nuestras espaldas unas alas de plástico, nos encaramábamos al alféizar de la ventana del ministerio y salíamos revoloteando hasta un castaño. Al rato, acuciados por jardineros ociosos, aleteábamos hasta un parque donde ingeríamos semillas, gusanos e insectos y sorbíamos agua del estanque. Más tarde, alzábamos de nuevo el vuelo ahuyentados por niños juguetones. Pasábamos la mañana entre farolas, cornisas, catenarias y azoteas. A eso de las tres menos cuarto regresábamos a la oficina. Justo a tiempo de recoger la mesa y fichar a la salida.

(Relato finalista semanal en Relatos en Cadena. Frase de inicio obligada: Darse una vuelta con él).

TRAMPAS

ENGAÑOS EMBARAZOSOS

He hecho trampa con las pastillas; las del «día después» me las tomaba un trimestre después. Ya tenemos siete.

BOICOT

He hecho trampa con las pastillas de freno; en su lugar puse onzas de mantequilla. Parecerán accidentes. A mí no me sube el sueldo pero a él, poco a poco, le voy a dejar sin clientes.

CUESTIÓN DE COLORES

He hecho trampa con las pastillas; siempre le cambiaba tres verdes de las suyas por tres blancas de las mías. Le gustan porque es madridista. Hoy, como estaba un poco adormilado, en vez de las blancas le he dado dos azules y una grana. Al poco de tomárselas le han salido sarpullidos por todo el cuerpo, se le ha puesto morada la lengua y se le han hinchado los ojos. Cuando se lo llevaban en la camilla me ha parecido que tarareaba «Tot el camp…».

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: He hecho trampa con las pastillas).