miércoles, 29 de junio de 2016

DE PLAGAS VENENOSAS

EVALUACIÓN DE DAÑOS

   Como si de una plaga venenosa se tratara, me doy cuenta de que un cúmulo de infortunios se ha cebado en poco tiempo en mi persona. Se ha averiado el calentador de agua, ayer me rozaron el coche, me han bajado el sueldo y me han puesto a turnos, han eliminado a mi equipo de la Champions, he perdido el móvil... Lo de mi esposa no lo incluyo; que me haya dejado para irse con mi jefe debe figurar en la lista de infortunios de ambos, no en la mía.



TIEMPOS DE CAMBIO

   Como si de una plaga venenosa se tratara, en Villaserena del Campo dejaron de funcionar al unísono todo los móviles, ordenadores y televisores de sus habitantes. Nadie encontró explicación entendible al suceso. Lo cierto es que desde entonces, hace ya dos años, todo el pueblo participa en las fiestas patronales, muchos más aficionados acuden a los partidos del equipo local y se han recuperado las tertulias en la calle en las calurosas noches de verano. El alcalde, oportuno, afirma que se trata del cambio prometido.




(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Como si de una plaga venenosa se tratara).

sábado, 25 de junio de 2016

NUNCA NADIE NADA


Aquella tarde llegó a Benixell el cuerpo de Anselmo; tendido sobre la grupa de un mulo, con impactos en rostro y pecho, y flanqueado por dos guardias civiles. Desde hacía más de un lustro se cobijaba en las montañas, alimentándose de la caza que se procuraba con trampas artesanales. También bajaba, a veces, a las huertas del valle a llenar a escondidas su zurrón con frutas y verduras. O una bota de vino o una hogaza de pan que los labriegos olvidaban junto al aljibe. Su presencia parecía pasar inadvertida pero, desde aquella tarde, nunca nadie volvió a olvidar nada.





(Relato finalista en el concurso Wonderland, de Radio 4).

martes, 21 de junio de 2016

EN EL TENDEDERO

JUEGOS DE NIÑOS

Cuelgan de las cuerdas de la del quinto toda la tarde. La duda inicial sobre la resistencia de sus hebras queda disipada en las conclusiones de la autopsia.



AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA

Cuelgan de las cuerdas de la del quinto, la abuela y los dos niños, y, en su aburrido balanceo, un intermitente goteo salpica de grana la ropa tendida en los pisos inferiores. Se prevé una próxima junta de vecinos movidita.



PUNTO FINAL

Cuelgan de las cuerdas de la del quinto sus últimas vergüenzas, el pañuelo grande para la cabeza, el otro para el cuello, las enormes gafas de sol, las rebecas de verano, los apósitos y, lo más abultado, la cosa con la que ha vivido quince años.



CENTRIFUGADO ESPACIAL

Cuelgan de las cuerdas de la del quinto los restos del último tornado. Polvo de estrellas, miradas de enamorados a la luna, alguna lágrima de San Lorenzo, reflejos de arco iris, deseos nocturnos a las Perseidas… ¡Imposible imaginar otro detergente que la deje más limpia!



(Propuestas presentadas al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Cuelgan de las cuerdas de la del quinto).

jueves, 16 de junio de 2016

CAMINOS DIVERGENTES


   Koffi y Mamadou nacieron en la misma aldea de un país africano. Recibieron idéntica escasa educación y pronto ayudaron en casa cuidando las reses o en las labores del campo. La sequía y la ausencia de otras opciones les orientó a buscar su futuro en Europa. 

   Al tercer intento lograron llegar por mar al continente prometido. Koffi lleva meses en un centro de acogida, de espesas alambradas, en el que recibe techo y comida pero ninguna oportunidad ni esperanza de vida digna, aguardando los trámites de expulsión. 

  Para Mamadou fue distinto. Las diligencias de un abogado, directivo de un club de la segunda división de la liga alemana, le consiguieron el estatus de refugiado y hoy se gana la vida jugando al fútbol.




(Mi participación en la Primavera de Microrrelatos Indignados que promueve el blog La Colina Naranja con el tema Refugiados).

martes, 14 de junio de 2016

NOSTALGIA

 
 Las mañanas, si no llueve, suelen ser doradas y cálidas. Ideales para llevar a los colegiales de excursión, para las tertulias de los ancianos en la plaza, para que los operarios vayan caminando hasta la central o para que, quien tenga vacaciones, se acerque hasta el lago a pescar. Como antiguamente. Como antes del accidente del reactor 4.




(Relato presentado al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Las mañanas, si no llueve).

domingo, 12 de junio de 2016

BIFURCACIONES

   
 Ante el nicho familiar, repaso los nombres grabados en la lápida y encuentro la respuesta. Después del accidente permanecí cuarenta y dos días hospitalizado y quince meses con rehabilitación diaria hasta que pude volver a la normalidad y a mi trabajo en la Biblioteca Municipal. Ayer, seis años después de aquello, un usuario me solicitó el periódico del día posterior a mi despeñamiento. No pude evitar ojear en portada el titular "Fallece al caer por un barranco". Aquel día iba solo, pensando en un error busqué en las página interiores y, junto a la información del suceso, encontré mi esquela.



(Relato presentado al concurso de microrrelatos Wonderland, de Radio4).

martes, 7 de junio de 2016

VERANO DEL 45

CUESTIÓN DE PRINCIPIOS

    Aquel día de verano de 1945, decidió dedicarse a la abogacía convencido del derecho universal a una defensa justa. Diez años después, ya era el abogado de mayor prestigio del país. Entonces, recibió la visita de un hombre sobre el que recaía la acusación de haber dirigido el campo de concentración de Auschwitz, y que pretendía encargarle su defensa. Ese mismo día decidió abandonar la profesión. Aquel frustrado cliente no llegó a advertir lo enrojecida que se le puso la cara al abogado en cuanto le vio. Ni el número que llevaba tatuado en su muñeca.



MEDITACIÓN TRANSCENDENTAL

– Aquel día de verano de 1945 te dije que necesitaba pensarlo –le recordó ayer al encontrárselo en el geriátrico–, pues bien, creo que ya lo tengo claro, sí quiero.



(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Aquel día de verano de 1945).

domingo, 5 de junio de 2016

HISTORIAS JAMÁS CONTADAS

     Se empeñó en pasarlo de los libros de leyendas a los de ciencia. Algo le decía al comandante Cousteau que aquellas antiguas historias de calamares gigantes no eran meras invenciones de viejos lobos de mar. Así que recopiló cuantas pudo encontrar y separó la paja -exageraciones, fabulaciones, patrañas...- del grano -localizaciones, estaciones, circunstancias...-. Sus análisis le condujeron a ubicar su hábitat en las áreas abisales de los océanos más profundos, y hacia la fosa de las Marianas puso rumbo su embarcación con casi nombre de helado.

     Después de más de sesenta días de infructuosa búsqueda, con los víveres escaseando y a dieta de peces insípidos de aquellos mares, en el nonagésimo descenso del batiscafo monoplaza, Jacques Cousteau se lo topó ante sus ojos. Se encontraba a más de 23.000 pies de profundidad y su longitud sobrepasaba los siete metros. Cuando fue a filmarlo intervino Murphy. La cámara se obturó y no pudo grabar un solo fotograma. Sin imágenes, su descubrimiento sería el hazmerreir de la comunidad científica. Comunicada la situación al Calypso, alguien sugirió cazarlo, subirlo, fotografiarlo y darse un festín. El comandante pidió hablar con el cocinero. La falta de harina suficiente mantiene al Gran Calamar en la leyenda.




(Relato presentado al concurso Esta Noche Te Cuento. Tema: océanos).