miércoles, 30 de junio de 2021

EL CASO DE MI OTREDAD

 

Mi primer empleo como abogado me brindó la oportunidad de erradicar la penuria con la que hasta entonces había malvivido. Se trataba del trabajo en un bufete dedicado a la defensa de los derechos de la población vulnerable. El primer caso que me encargaron, a la vista de la lamentable situación en que me encontraba, fue el mío propio. Gracias a mis buenos oficios conseguí para mi otredad una vivienda de alquiler subvencionado por la que no tenía que pagar renta ninguna. A pesar del éxito, no conseguí, obviamente, cobrar mi minuta puesto que mi representado aún no tenía ingresos, sin embargo, con la garantía de los derechos de cobro he conseguido un crédito con el que voy tirando. Parece que la cosa empieza a pintar bien.




(Relato seleccionado en el concurso Relatos Abogados. Tema: abogados. Palabras obligadas: empleo, erradicar, oportunidad, población y vulnerable).

lunes, 21 de junio de 2021

CUESTIÓN DE FE

Por si me pasa algo, le dijo a su preceptor, siempre tengo un
preservativo en el confesionario.





(Relato presentado al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Por si me pasa algo, le dijo).

lunes, 14 de junio de 2021

CARIÑO, TENEMOS QUE HABLAR

NUNCA ES TARDE
«Cariño, tenemos que hablar». Así empezó Carmen las cinco horas de reproches a su marido. También alguna confesión, anécdotas y cotilleos. Mientras, Mario, en medio del escenario, ni siquiera abrió la boca.

CONDESCENDENCIA
Cariño, tenemos que hablar. Esta vez, tú también.

NECESITAS MEJORAR
Cariño, tenemos que hablar; ya son cinco años de convivencia y, si no lo tratamos, la situación se va a seguir deteriorando. De acuerdo con que tú eres quien aporta el sustento, pero podrías ser más considerado con mi trabajo. No dejar restos de comida por aquí y por allá, mantener recogidos los utensilios, regar de vez en cuando las plantas… Sabes que ya no doy abasto para mantener limpios y ordenados nuestros cuarenta metros de isla.

DILEMA
Cariño, tenemos que hablar, tengo que confesarte algo: ya no me atraes como antes, y estoy enamorada de mi jefe. Él es atento conmigo, tiene dotes de mando, seguridad, decisión, todo lo contrario que tú, que no sabes hacer nada por ti solo, siempre tengo que intervenir yo en todo. Aún no hemos intimado pero quiero que sepas que si se me insinua no sabré resistirme –me dice nada más llegar a casa. ¿Y qué hago yo ahora? ¿La despido como mi secretaria o le propongo relaciones extramatrimoniales?

INDICIOS
Cariño, tenemos que hablar. Hace tiempo que te noto esquivo; ya no me das mordisquitos en la oreja ni me haces arrumacos ni buscas mi calor en la cama. Empiezo a sospechar que tienes otra. Mírame a los ojos y dime la verdad. El dogo, circunspecto, miró hacia otro lado.

FRIGIDEZ
«Cariño, tenemos que hablar», le susurra al oído al tiempo que le mordisquea el lóbulo con todo el cariño acumulado en una semana sin verse. Ella no corresponde a sus muestras de amor y adopta una actitud pasiva. Pero don Casto no es hombre que desista con facilidad, le besa el cuello y acaricia sus exuberantes pechos. Vanesa permanece inmutable. Él lame sus labios mientras le toca con suavidad las nalgas esperando un improbable gesto de lascivia. Tampoco reacciona entonces la chica. Es al tantear su muslo derecho, cuando don Casto se topa con el pitorro de inflado y su libido empieza a desvanecerse.


LÍNEA 900
–Cariño, tenemos que hablar.
–¿De qué?
–Bueno, has llamado a una línea erótica.

CAPACIDAD DEDUCTIVA
«Cariño, tenemos que hablar» le dijo una voz melosa por el auricular. Supo al instante que no pertenecía ni a su esposa ni a su amante, así que solo podía tratarse de una comercial de Pelmaphone.

RESILIENCIA
Cariño, tenemos que hablar. Su gesto serio me hizo temer lo peor. En un primer momento pensé en negarlo todo, pero pronto me di cuenta de que podría ser peor. Si disponía de información suficiente quedaría, además, como un cínico. Quizá lo mejor fuera admitir sus justificados reproches, mostrar mi arrepentimiento y pedir perdón, o decir que todo había sido una terrible confusión. Fue cuando me dijo que no era digna de mí porque había soñado con George Clooney cuando me vine arriba, le dije lo muy decepcionado que me sentía y puse fin a nuestra relación.




(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Cariño, tenemos que hablar).

lunes, 7 de junio de 2021

DE LOCURAS

CARA O CRUZ
Si no, me habría vuelto loco soportándolo veinticuatro horas al día, siete días a la semana y cincuenta y dos semanas al año. Pero, por fin, los médicos se han decidido, hemos echado a suertes el corazón y esta tarde nos separan.

JAQUECA
Si no, me habría vuelto loco; menos mal que me desincrusté el hacha del cráneo.


MENOS MAL QUE ACERTÓ
Si no, me habría vuelto loco ese dolor de cabeza constante e insoportable que ya duraba tres días. Lo había intentado con calmantes, relajantes, yoga, hierbas… todo inútil, la cefalea persistía cada vez con más intensidad. Por fortuna, decidí acudir al médico de cabecera –¿a quién mejor?– y tras la preceptiva anamnesis, se centró en preguntarme por lo que hice el sábado, antes de que empezaran las molestias. Cuando le conté lo del incidente, hurgó un poco entre mi melena y me extrajo el hacha del cráneo.


RECOMPENSA
Si no, me habría vuelto loco, pero terminó antes de que perdiera el conocimiento. Entonces, deslicé la mano por mis pantorrillas y, aunque aún quedaban restos de cera, me sentí divino de la muerte.


SEGUNDAS PARTES
Si no, me habría vuelto loco, ya estaba a punto de sucumbir, qué forma de hablar sin parar todo el día desde hace dos años. Afortunadamente, hoy, a media mañana, apareció el barco de rescate en el horizonte y se lo llevaron. Yo les dije que prefería esperar a otra oportunidad.



CUESTIÓN DE BOTONES
–Si no, me habría vuelto loco. Pero no fue por las bravatas de aquel ruso pretencioso. Ni tampoco por los cabezabisonte que todos los días se agrupaban en la puerta cantando «¡a por ellos, oé, a por ellos oé!»; lo que sobre todo me decidió fue la insistencia de Melania con sus «¿y se lo vas a permitir a ese mequetrefe pretencioso?», «¿no le vas a demostrar quién manda?», «creía que te vestías por los pies»… así que abrí el maletín y pulsé el botón rojo –le confesó al Padre entre llantos y crujir de dientes.





(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER, Frase de inicio obligada: Si no, me habría vuelto loco).

martes, 1 de junio de 2021

LIBERTAD VIGILADA

 

Carmelo Ripalda, harto de oligopolios y contaminadores, decidió no renovar los contratos de suministro de energía y optar por la alternativa de lo natural. Por un coste asequible, logró autoabastecerse gracias a los paneles solares y aerogeneradores que instaló en la azotea de su casa. Además, publicó en redes sociales su experiencia para que otros lo imitaran, recibiendo miles de «me gusta».
Sin embargo, el ahorro económico que consiguió Carmelo no fue suficiente para compensar la nómina que dejó de percibir de la multinacional hidroeléctrica para la que, hasta entonces, había trabajado como Asesor Jurídico.




(Relato presentado al concurso Microrrelatos Abogados. Tema; abogados. Palabras obligatorias: natural, energía, renovar, asequible y alternativa).