sábado, 31 de enero de 2015

MONOTONÍAS

     En una planta diáfana, cientos de mesas idénticas perfectamente alineadas. Todas con la misma orientación, todas con la pantalla a la derecha, todas con el teclado en el centro, todas con el teléfono a la izquierda y todas con el mismo almanaque de sobremesa al frente. Agripino López, con nueve trienios, ocupa la D52. Hoy tuvo una gran idea: giró su mesa ciento ochenta grados, puso la pantalla a la izquierda, el teléfono a la derecha y el almanaque escorado al mismo lado. Se sintió diferente y feliz durante quince minutos. El tiempo que tardaron todos sus compañeros en imitarle.



(Relato finalista en el programa Wonderland, de Radio4).

jueves, 29 de enero de 2015

PUTIJOBS

     No me molestó que me bajaran el sueldo en la cafetería. Tampoco me importó que me aumentaran la jornada en dos horas y media más al día; pero lo de traer de casa el café, la leche y el azúcar, para los clientes, no sé, me lo tengo que pensar.



(Relato presentado a Cincuenta Palabras).

sábado, 24 de enero de 2015

GRANDES PROFESIONALES DEL ESTILISMO

   Perfeccionistas hasta más allá de la extenuación. Uno de ellos quita la hilacha que descubre en el vestido, mientras el otro, con cierta aprensión, cepilla las motas de caspa del hombro. Entre los dos le recomponen aquel mechón rebelde y alisan las arrugas de las mangas. No se olvidan de darle un toque de color en las mejillas, sombra en los ojos y crema hidratante en los labios. Las gotas del perfume seductor son lo último. Con mirada severa la examinan con detenimiento hasta que ambos aprueban el resultado; es entonces, y solo entonces, cuando la introducen en la incineradora.




(Relato ganador en el Concurso Wonderland de Radio4).


jueves, 22 de enero de 2015

BLANCA PROMISCUIDAD

     Aquel martes de Abril, Susana llevaba, a su cita semanal con el siquiatra, las fotos que este le había pedido. El motivo del tratamiento era la ansiedad que le generaban sus relaciones amorosas con cuatro hombres distintos. Con Josechu, todo pasión y fulgor, los fines de semana. Con Don José, porte distinguido y educación exquisita, todos los lunes. Con José Manuel, cariñoso y divertido, los jueves, en el gimnasio. Con Pepe, su amorfo y díscolo marido, el resto de días. El siquiatra, al ver las fotos de los cuatro, emitió un diagnóstico inequívoco: su esposo padece trastorno multipolar.



(Relato presentado a la Copa de ENTC. Requisitos: Un color en el título, seis personajes, martes y abril en el texto y no más de cien palabras).

lunes, 19 de enero de 2015

PIONEROS

TRATAMIENTO

—Usted es el primero que la abre después de mil años —dijo aliviado saliendo de la botella y expandiéndose por el aire—, y eso le permite que le conceda un deseo.

—¡Oh, qué bien!, pero tutéame, por favor —dijo el joven emocionado—; pues quisiera que pusieras fin a mi calvicie prematura y que volviera a crecerme el cabello.

— Ya tienes el deseo concedido. En cuanto a lo de tu alopecia, si no dieras tanta confianza ya la tendrías resuelta.



HABÍA QUE INTENTARLO

— Usted es el primero que la abre, Prometeo —le dijo Pandora intentando inútilmente eludir las culpas que la marcarían por siempre.



PROVOCACIÓN

Usted es el primero que la abre. Antes lo intentaron, infructuosamente, 2186 personas de distinta edad, nacionalidad, raza, religión, complexión.... Y ahí está, con esa humillante etiqueta de "abrefácil".



GESTAS HISTÓRICAS

—Usted es el primero que la abre, señor Hillary —dijo el Presidente de la Real Sociedad Británica de Exploradores ante una nutrida audiencia–, y a partir de ahora, su vía de acceso al Everest será seguida por otros muchos escaladores.


Sería la emoción por el homenaje, sería la copa del brindis, sería la niebla de Londres... el caso es que esa noche, el montañero, no supo llegar a su hotel, situado enfrente de la Sociedad.




(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena de la SER. Frase de inicio obligada: Usted es el primero que la abre).

jueves, 15 de enero de 2015

CABEZABUQUE

     Rocco Maturana, cabezabuque, llevaba en la cara las huellas de su carácter resentido y pendenciero. Tenía poco sentido del humor. Más bien ninguno. Por eso se tomó tan a mal la caricatura que le dediqué en la revista del Día de la Patrona. En ella le representaba con un ancla colgada de su nariz proa, ojo de buey, el timón en una protrusión de la nuca y una chimenea echando humo incrustada en el parietal izquierdo, sobre un desproporcionado cuerpo menudo luciendo un picardías rojo. Me la juró, ¡vaya si me la juró!

—Fuera nos veremos —bramó desde la puerta con voz rebozada en veneno sin destilar.

     Solo esperar la salida habría llenado de desasosiego a cualquiera, pero no a mí. Desde la distancia y a la vista de todo el grupo, le dediqué una sonrisa de desprecio inmisericorde que recibió, entendió y le alcanzó el lugar más recóndito de sus susceptibles meninges. Ahí fue cuando me gané, para siempre, la admiración y el respeto de todos. 

     Aunque más bien timorato e inseguro, siempre fui frío y calculador. Su principio de Alzheimer y los veinte años de condena que aún me quedaban, me dieron la confianza que necesitaba.


Charlie Hebdo  



(Relato presentado al Concurso Esta Noche Te Cuento. Obligado incluir un verso de Santa Teresa. Elegí "Solo esperar la salida").

lunes, 12 de enero de 2015

FÉRETROS CERRADOS


ANSIEDAD

     Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd. No podía soportar tanta lágrima fingida ni tanto lamento hipócrita. Creo que me merecía ya descansar en paz.


GENIO Y FIGURA

    Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd. Las exequias estaban a punto de empezar, todas las autoridades habían llegado, los del coro ocupaban sus puestos, el carruaje de caballos –de gala y con penachos–, esperaba a la puerta, la multitud, por los alrededores, se disputaba balcones y farolas, el velo y el negro resaltaban mis facciones y mi figura, pero él, como siempre y sin ninguna consideración, amenazaba con arruinar su funeral con ese inoportuno ataque de hipo.


PETICIONES RAZONABLES

     Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd. Resultaban ya cansinas sus súplicas de una segunda opinión.



(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena de la SER. Frase de inicio obligada: Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd).

jueves, 8 de enero de 2015

PORQUÉS Y PUÑETAZOS (II)

EL ÚLTIMO

Sin saber por qué, le di un puñetazo. Sorprendentemente, él, mi esposa y todos los demás, sí parecían conocer el motivo.



SIN PORQUÉS

Sin saber por qué, le di un puñetazo en la boca, un rodillazo en el estómago y un patadón en el pecho. Allí quedó, hecho una piltrafa, saliéndole el relleno por las costuras. Luego, en la oficina, sería el jefe el que no sabría el porqué de mi sardónica sonrisa.



NO, NO Y NO

—Sin saber por qué, le di un puñetazo. No, señor juez, no le buscaba, no le estaba esperando y no sabía que se trataba del Ministro de Hacienda.





(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena de la SER. Frase de inicio obligada: Sin saber por qué, le di un puñetazo).

lunes, 5 de enero de 2015

PORQUÉS Y PUÑETAZOS (I)

MIRADAS

Sin saber por qué, le di un puñetazo. Quizás fuera por su mirada chulesca y obsesiva que no apartaba de mí y que tanto me molestaba. Se desplomó deshecho en mil pedazos, desde cada uno de los cuales seguía mirándome. Ahora con cara de sorpresa.



REACCIONES IMPROPIAS

Sin saber por qué, le di un puñetazo y se desplomó. No me había hecho nada, ni siquiera le conocía. Durante unos segundos traté de analizar esa reacción tan impropia de mi carácter tranquilo y apacible. Mientras, el señor de la pajarita contaba hasta diez y me levantaba el brazo derecho.



EL COLOR DEL CRISTAL

Sin saber por qué, le di un puñetazo. La falta de motivo me vino bien. Mi abogado logró convencer al juez de que fue su cara la que se abalanzó contra mi puño.



(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena de la SER. Frase de inicio obligada: Sin saber por qué, le di un puñetazo).