lunes, 12 de octubre de 2015

CAMBIOS DE BOMBÍN

CONTRARIEDAD EN EL CONVENTO

   ¿¡Y cómo es que nunca cambiaron el bombín de los cinturones de las novicias después de seis embarazos!? ¿No resultaba sospechoso un espíritu santo tan reincidente?


SALA DE MONTAJES
   ¿¡Y cómo es que nunca cambiaron el bombín por una corona!? Mucha superproducción pero me temo que este Enrique VIII no va a resultar muy convincente.


CARADURAS

   ¿¡Y cómo es que nunca cambiaron el bombín de la puerta de entrada!? Los anteriores inquilinos se presentan cuando quieren. A menudo con sus familias o amigos. Vacían la nevera, fisgonean en los despachos, se beben el güisqui y se llevan los puros. Interrumpen en las visitas, ponen el volumen de la tele muy alto, alborotan en los jardines y se orinan en el jacuzzi. Y lo peor es que pretenden, también, aparecer en las fotos. No, ya no es lo que era el Palacio de la Moncloa.





(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Y cómo es que nunca cambiaron el bombín).

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