lunes, 22 de diciembre de 2014

EL VALOR DEL PEINE

DESMOTIVADO

—¡Este se va a enterar de lo que vale un peine! —amenazó el padre colérico. Pero no hubo manera. Quizás por su alopecia congénita y precoz, al hijo le faltaba motivación para el aprendizaje.


SIN COMPASIÓN

Este se va a enterar de lo que vale un peine. Ya estoy harto de mantener holgazanes. Todo el día tumbado y sin hacer nada de provecho. Solo se mueve para comer. Eso sí, sus dos comidas al día que no le falten. Y ni siquiera se asea, el muy guarro. Cualquier día de estos le abro en canal y pongo a secar sus jamones.


RENOVACIÓN DE CONTRATO

Este se va a enterar de lo que vale un peine. A partir de mañana dos horas más de jornada en la cafetería y un diez por ciento menos de salario, que la cosa está muy mal. ¡Ah! y se trae de casa el café, la leche y el azúcar para los clientes.



(Relatos presentados al concurso Relato en Cadena de la SER. Frase de inicio obligada: Este se va a enterar de lo que vale un peine).

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