Sobre la alfombra, él le acariciaba el pelo y le susurraba algo al oído. Ella sonreía y entornaba los ojos en un gesto de sensual abandono, mientras unos besos delicados le punteaban el cuello. Sus bocas se hallaron y se fundieron. Sus manos jugaron a desvestirse mutuamente y sus cuerpos se entrelazaron. Que un señor con visera, gritara desaforado ¡coooorten!, no les detuvo.
(Relato seleccionado para publicación en el Concurso de Microrrelatos Eróticos "Sensaciones y Sentidos" de Diversidad Literaria).
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