martes, 21 de junio de 2016

EN EL TENDEDERO

JUEGOS DE NIÑOS

Cuelgan de las cuerdas de la del quinto toda la tarde. La duda inicial sobre la resistencia de sus hebras queda disipada en las conclusiones de la autopsia.



AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA

Cuelgan de las cuerdas de la del quinto, la abuela y los dos niños, y, en su aburrido balanceo, un intermitente goteo salpica de grana la ropa tendida en los pisos inferiores. Se prevé una próxima junta de vecinos movidita.



PUNTO FINAL

Cuelgan de las cuerdas de la del quinto sus últimas vergüenzas, el pañuelo grande para la cabeza, el otro para el cuello, las enormes gafas de sol, las rebecas de verano, los apósitos y, lo más abultado, la cosa con la que ha vivido quince años.



CENTRIFUGADO ESPACIAL

Cuelgan de las cuerdas de la del quinto los restos del último tornado. Polvo de estrellas, miradas de enamorados a la luna, alguna lágrima de San Lorenzo, reflejos de arco iris, deseos nocturnos a las Perseidas… ¡Imposible imaginar otro detergente que la deje más limpia!



(Propuestas presentadas al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Cuelgan de las cuerdas de la del quinto).

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