jueves, 16 de junio de 2016

CAMINOS DIVERGENTES


   Koffi y Mamadou nacieron en la misma aldea de un país africano. Recibieron idéntica escasa educación y pronto ayudaron en casa cuidando las reses o en las labores del campo. La sequía y la ausencia de otras opciones les orientó a buscar su futuro en Europa. 

   Al tercer intento lograron llegar por mar al continente prometido. Koffi lleva meses en un centro de acogida, de espesas alambradas, en el que recibe techo y comida pero ninguna oportunidad ni esperanza de vida digna, aguardando los trámites de expulsión. 

  Para Mamadou fue distinto. Las diligencias de un abogado, directivo de un club de la segunda división de la liga alemana, le consiguieron el estatus de refugiado y hoy se gana la vida jugando al fútbol.




(Mi participación en la Primavera de Microrrelatos Indignados que promueve el blog La Colina Naranja con el tema Refugiados).

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