Seguía atrapado allí dentro, sin decidirse a salir. Ni siquiera el ejemplo de otros le animó. El sicólogo, al que acudió en busca de ayuda, le recomendó que cambiara de profesión. La dichosa frasecita con la que se definía la liberación y su trabajo de carpintero dificultaban la decisión.
OLVIDO FATAL
Seguía atrapado allí dentro. Varias horas después de recuperar la consciencia, se acordaba de su progreso en el control de sístoles y diástoles, consiguiendo espaciar los latidos hasta varios días. Lo que no recordaba era haberlo comentado con nadie.
PACIENCIA ORIENTAL
Seguía atrapado allí dentro. A pesar de casi dos mil años pasando de mano en mano, de que el cuento fuera muy conocido y de que todos tenían algún deseo, a nadie se le ocurría frotarla. Y ahí sigue.
(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Seguía atrapado allí dentro).
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