miércoles, 20 de noviembre de 2013

DE LA RAE

      
      Su nombramiento como miembro de la Real Academia de la Lengua levantó gran polémica. Los medios se poblaron de artículos y cartas reprobando tal designación. La causa era el histórico maltrato que Don Servando había dado a la lengua, en sus crónicas periodísticas, durante los últimos cinco años. Especial rechifla provocó el que le asignaran el sillón "g" minúscula, una letra cuyas normas de uso en la escritura, notoriamente desconocía.

         Don Servando no se inmutó. Tomó posesión del puesto con un discurso de entrada en el que no faltaron algunas de las perlas que le daban fama, sin embargo manifestó firme propósito de enmienda.

         Su búsqueda de redención no se demoró. En la primera sesión de trabajo presentó una propuesta para incorporar al diccionario tres nuevos vocablos que, con sus acepciones, eran:

- Preveer.- Verbo Irregular. Acción de prever pero con mayor anticipación. (Participio:           preveído. Gerundio: preveyendo).
- Ostentóreo.- Adjetivo. Suntuoso a la par que ruidoso.
- Fuertísimo.- Superlativo de fuerte. (En castellano antiguo: fortísimo).

               La propuesta incluía que su aprobación tuviera efectos retroactivos de un lustro.

              En ese instante, y con gran estruendo, el retrato al óleo de Don Fernando Lázaro Carreter, con su gran marco tallado, se desplomó hasta el suelo.



(Relato presentado fuera de concurso a Esta Noche Te Cuento de Noviembre. Tema: Inventa una palabra).

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