viernes, 4 de enero de 2019

CONVULSO SOSIEGO

La segunda vez, Gregorio Samsa se transformó en arácnido oxímoron, con una velluda piel lampiña de tono esmeralda. Notó el cambio porque se sintió, más que indispuesto, algo contrapuesto. Así que, con entusiasmo deprimido color esperanza, salió a la calle en busca de remedio a su metamorfosis. No tardó en percatarse de que no sabía si iba o si venía; en realidad ambas sensaciones eran correctas ya que llevaba tiempo dando vueltas a la manzana de su casa. Fue un alguacil, de uniforme oliva, quien, alertado por el paso decididamente inseguro de las seis impares patas de Samsa, le ofreció ayuda.



–¡Oh, gracias, señor agente! –contestó Gregorio–, verá, resulta que me he levantado con este aspecto de lógica incoherencia y dudo ciertamente sobre dónde acudir para recuperar mi antigua imagen moderna con la que, mal que bien, hasta ahora he vivido un sinvivir.

El guardia se quedó irreflexivamente pensativo.



(Relato presentado a la ronda 6, dedicada a la pintura, del concurso Monstruoscopio, del blog Esta Noche Te Cuento, con el seudónimo de Withney Houston).


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