lunes, 5 de diciembre de 2016

DE BOCADOS Y PINCELES

DONDE LAS DAN

De un certero bocado, le arrebató el pincel con el que trataba, ahora amablemente, de disimularle los moratones de la noche anterior. Probablemente los últimos, porque con la escobilla se llevó también media mano.



ARTE COMERCIAL

De un certero bocado, le arrebató el pincel de mango de hueso de ternera y cerdas naturales –2’10 euros en oferta–, cuando solo había trazado una raya disforme que no llegaría a cinco céntimos de pintura al óleo. En total, con el lienzo y el bastidor ya montado, en ningún caso pasaría de 30 euros. Por eso, no pudo evitar una mirada de gratitud al caniche cuando, en la subasta, la obra superó el millón. 



ANTECEDENTES

De un certero bocado, le arrebató el pincel antes de que se durmiera. Después, el dinosaurio, aguardó expectante a que despertara.



(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: De un certero bocado, le arrebató el pincel).

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