Me desagrada haberlo descubierto pero las evidencias son irrefutables: la abogada Ángela Ruilópez no es trigo limpio. Utiliza sus encantos personales, que los tiene, para manipular a magistrados y fiscales. Busca de los jueces el asentimiento a sus argumentos de defensa y de los acusadores la renuncia a sus imputaciones. Además, lo hace de forma seductora, como tratando de ligar, con un genérico "qué bien le sienta la toga, señoría", o un más íntimo "me encanta, dígame qué perfume usa para regalárselo a mi novio". Pero lo peor es su recurso a la mentira, nunca me ha regalado ningún perfume.
(Relato presentado al concurso Microrelatos Abogados. Tema: abogados. Palabras obligadas: asentimiento, trigo, renuncia, genérico y ligar).
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