Los farolillos de papel, los globos, el algodón de azúcar, la música a muchos decibelios, las casetas de tiro, la tómbola, los coches de choque, la casa del terror, el pulpo, el tren fantasma, la noria, ... nada faltó en el funeral de don Nicanor, el patriarca de los feriantes.
Ni siquiera, una vez reparada, la atracción de la guillotina que le decapitó de verdad en su última actuación.
Holaaaaaa. No sé si soy la.primera, pero aquí vengo a inaugurar, este bonito potaje que has organizado.
ResponderEliminarMe encanta el relato, injustamente excluido de la terna finalista, (igual que el mío, jajaja)
Un beso, compañero de fatigas.
Arantza, efectivamente tú has inaugurado este blog. Como en toda obra que se precie ¿qué mejor que la inaugure una autoridad, en este caso de las letras?.
EliminarNi las injusticias ni los desaires nos van a desalentar ¿verdad?.
Un beso.
Hola Rafael, estupendo tu rincón.
ResponderEliminarEste micro no desmerece de los seleccionados, únicamente decirte que creo que sobra ese "de verdad" que aparece detrás de "decapitó", pero bueno, igual es cosa mía.
Seguiremos por aquí.
Saludos.
Me alegra que te guste. Con el "de verdad" he querido remarcar que representaba un número de "pega". Pero es cierto, resulta demasiado explícito. Gracias por la observación.
EliminarUn abrazo.
Hola Rafa,
ResponderEliminarMe alegro de que te hayas decidido. A partir de ahora, otra casa que visitar. Y así hasta que nos volvamos a ver en junio del año que viene en Madrid...
Un abrazo campeón,
PD: Ah, no me separes el nombre, Raf a!!
Bienvenido a ésta tu casa, Miguelángel. Ojalá volvernos a ver en eventos como el de Madrid y hacerme habitual, como casi todos vosotros. Corrijo el nombre. Un abrazo.
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