lunes, 26 de agosto de 2024

CÓNCLAVE DE EXPERTOS


Convocados los más sabios de distintos lugares, épocas y especialidades, se reunieron para estudiar aquel caso inédito. El doctor Barnard decía que los tejidos, músculos y vasos se habían regenerado perfectamente; un trasplante resultaba innecesario. Por su parte, Ramón y Cajal, los dos, opinaban que no existían impulsos eléctricos neuronales de molestia o dolor y atribuían la percepción a la memoria patológica del organismo. El profesor Freud, sin embargo, pensaba que todo se fundamentaba en una mente capaz de generar síntomas sin relación con un origen físico real. En cualquier caso, lo cierto era que, después de dos siglos, cierta sensación de hormigueo en las palmas de las manos aún persistía en el crucificado.




(Relato presentado al concurso del blog Esta Noche Te Cuento, Tema: No moriré del todo).

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