lunes, 24 de marzo de 2025

SIN INMUTARSE

DESMOTIVACIÓN
Él finge que no le importa y el verdugo, decepcionado y compungido, deja el hacha y dimite.

FIRMEZA
Él finge que no le importa y los secuestradores le devuelven el bebé y le piden excusas.


SOPESANDO DAÑOS
Él finge que no le importa cuando llega a casa de improviso y encuentra a su esposa en la cama con Bartolo. Hoy día, piensa, un buen jardinero no se encuentra así como así.


PROMESAS ROTAS
Él finge que no le importa que, por primera vez, esta mañana ella no le haya susurrado al oído el «te quiero» que prometió hace veintidós años dedicarle cada día. Descartados el olvido –imposible en un hábito tan arraigado– y la represalia por habérsele pasado la fecha del aniversario –nunca ha sido rencorosa–, solo puede pensar en el carmín de la becaria que ella le descubrió ayer bajo el lóbulo de la oreja.




(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Él finge que no le importa).

miércoles, 19 de marzo de 2025

ENCRUCIJADA


Apurados de tiempo, los tres sabios se dirigían, en carruaje tirado por briosos corceles, al castillo de Fronenbürg donde tendría lugar el congreso de científicos. Sabían que, en un punto determinado, el camino se bifurcaba hacia Este y Oeste. Desconocían cuál era el que llevaba al castillo pero, afortunadamente, en ese cruce vivían dos hermanos gemelos, tan idénticos que solo se diferenciaban en que Hans decía siempre la verdad y el otro, Hans también, siempre mentía. Además, nunca admitían más de una pregunta de los viajeros.

Elucubraban los eruditos sobre qué única interrogante plantear para saber la dirección correcta cuando el filósofo Müller exclamó «¡Ya lo tengo! Preguntaremos al primero que encontremos cuál sería la respuesta de su hermano sobre el camino a Fronenbürg y tomaremos el contrario al que nos indique». Celebraron con euforia la ingeniosa lógica del colega hasta que llegaron al lugar en el que se encontraban los hermanos. Antes de poder formular la pregunta acordada, el doctor Schneider advirtió «Aprecio en ambos gemelos evidencias claras de trastorno bipolar, con tendencia a adoptar la personalidad de personas cercanas». Fue entonces cuando el profesor Weber sacó una moneda de su bolsillo y la lanzó al aire.



(Relato seleccionado en el concurso del blog Esta Noche Te Cuento. Tema: mentiras)

lunes, 17 de marzo de 2025

HACERSE LA DORMIDA

DE MADRID AL CIELO

Ella finge dormir sobre el escenario del Teatro Real en la representación de La Bella Durmiente, pero cuando simula despertar, en vez de al Príncipe encuentra al mismísimo san Pedro.


BELLA Y DURMIENTE
Ella finge dormir recostada en un sofá del pub. Conoce el cuento y sabe que su príncipe azul ronda por allí tomando copas. Receptiva, entreabre su boca y espera. Pero es el camarero de labio leporino quien, ante la pose oferente, le regala un morreo sin recordar que solo sí es sí.


RESILIENCIA
Ella finge dormir cuando su marido, otra vez, llega de madrugada con dos strippers. Afortunadamente, la cama es «king size» y, una vez que se vuelve de espaldas, el trío hace de las suyas con el morbo del riesgo de despertarla. Cuando por fin se van, a las diez de la mañana, consigue coger el sueño.




(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Ella finge dormir).





lunes, 10 de marzo de 2025

DESPEDIDA



RESISTENCIA
–Adiós, mamá, adiós– le dije cerrando su féretro mientras ella insistía en una segunda opinión.


MADRE NO HAY MÁS QUE UNA
–Adiós, mamá, adiós– la despide después de media hora en la que ella ha vuelto a recriminarle lo mal que había elegido pareja, a decirle que está echando barriga y a quejarse por lo poco que la visita. El próximo jueves mantendrán otra sesión idéntica; ahora levanta el vaso y da por terminada la guija.




(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Adiós, mamá, adiós).

martes, 4 de marzo de 2025

PRÍNCIPES VOLADORES


REPUDIO
–Vuela, príncipe, vuela bien lejos– le dijo la abeja reina al hijo que le había salido zángano.


TRAS EL BESO
–Vuela, príncipe, vuela conmigo– propuso la princesa miope. Él contestó: croac, croac.


MALOS RECUERDOS
–Vuela, Príncipe, vuela con ese maldito zapato fuera de mi vista; su par yace en la basura hecho trizas– le dijo Cenicienta con un insoportable dolor de juanetes.




(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Vuela, príncipe, vuela).