GUÍAS Y GUÍAS

 

Mientras la forense toma notas y el agente de la científica fotografía la escena, don Ireneo Ripalda lee el prospecto que le alude:

«CUERDA DE CÁÑAMO: INSTRUCCIONES DE USO

– Extraiga el producto de su envoltorio.

– Introduzca la cabeza por la abertura de uno de los extremos.

– Sitúe el nudo corredizo a la altura de la nuca y ajuste sobre el cuello. No apriete en exceso para evitar accidentes.

– Coloque una escalera de mano bajo el punto de enganche (una viga, el soporte de una lámpara, la rama de un árbol, una farola…).

– Súbase con cuidado y ate con nudo marinero el otro extremo de la cuerda a la sujeción elegida.

– Patee con fuerza la escalera alejándola de sí.

– Trate de relajarse para obtener pronto un suave, cadencioso y elegante balanceo.

– No olvide guardar en un bolsillo este folleto para mejor instrucción del señor Juez.»

Luego, don Ireneo ordena el levantamiento del occiso, dirigiéndose a su oficina a redactar el auto de archivo de la causa. Por el camino, no puede evitar cierto sentimiento de frustración al recordar la estantería de esa multinacional sueca que lleva cinco días sin conseguir montar.

(Relato presentado a concurso del blog Esta Noche Te Cuento. Tema: Escaleras).

SIN MANO DE OBRA

DESAYUNOS

Desde entonces, no encontramos mano de obra. Ya no hay nadie en la plaza de la habitual veintena o treintena de peones que esperaban a que aparecieran los capataces de los terratenientes a contratarlos. Siempre a la 7 de la mañana. La misma hora en que desayunaban los leones que se escaparon del circo el mes pasado.

PROFECÍA

Desde entonces, no encontramos mano de obra. Quizás mañana, después del fin del mundo, la cosa vuelva a la normalidad.

DESINFORMACIÓN

Desde entonces, no encontramos mano de obra nueva. La llegada de la multinacional textil con sus buenos salarios, sus jornadas reducidas, sus ayudas al alojamiento y su prevención de riesgos laborales absorbió casi todo el trabajo. Sin embargo, seguimos siendo competitivos. Los del sótano aún no se han enterado.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Desde entonces, no encontramos mano de obra).

UNO DETRÁS DE OTRO

 –¿Puedo pedir otro deseo?

–Espera a que esté enterrado el del primero.

(Relato presentado al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: ¿Puedo pedir otro deseo?

INEXPLICABLE

RUEDAS DE MOLINO

Fue imposible de explicar. Ni siquiera recurriendo a lo sobrenatural o divino. Los más discretos apenas podían contener una sonrisa. El resto se carcajeaba sin disimulo. La llegada de unos exóticos forasteros distrajo un rato a la concurrencia. Pero cuando se fueron, el resignado carpintero tuvo que soportar de nuevo la guasa de los pastores.

VOYEUR INOPORTUNO

Fue imposible de explicar. Así que siguieron con el coito ante la incómoda mirada del sorprendido marido.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Fue imposibe de explicar).