martes, 22 de agosto de 2023

JUEZ DE PAZ Y GUERRA

Don Ireneo Ripalda, magistrado jubilado, aceptó ejercer de Juez de Paz en su pueblo de Benichell, con tal de conciliar las esporádicas controversias entre sus vecinos. Una mañana recibió la visita de un matrimonio que andaba en disputas domésticas difíciles de legislar. La mujer expuso que el día anterior, con las atenciones a los hijos, la limpieza del hogar y el lavado y planchado de la ropa, no alcanzó a tener lista la comida para cuando llegó su marido a casa. Los argumentos de él ya los descubrió el juez en la brecha que ella lucía en la frente así como en un ojo de llamativo color violeta. Recordando el antiguo derecho romano, don Ireneo llamó al alguacil y le ordenó administrar al irascible cónyuge treinta latigazos preventivos de futuras desavenencias.




(Relato presentado al concurso Relatos Abogados. Tema: abogados. Palabras obligatorias: mujer, legislar, conciliar, violeta y brecha).

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