martes, 9 de noviembre de 2021


VISIÓN COMERCIAL
Cogí semillas de zanahorias y me puse a sembrar. Habían anunciado nevada, se necesitarían narices.


CRIPTOSUEÑOS
Cogí semillas de zanahorias y me puse a sembrar. Mientras lo hacía, pensaba que con la venta de la cosecha podría comprar media docena de conejos que, en un par de años, se multiplicarían por diez, y en cinco por cien. Vendiéndolos tendría para adquirir unas cuantas criptomonedas de las que podría ya vivir sin trabajar. En esto estaba cuando la voz del capataz me sacó de mis sueños: ¡Eh, Anselmo, continúa ahora en el bancal del otro lado!


ASÍ FUE
Cogí semillas de zanahorias y me puse a sembrar. Antes, había prendío la leña del horno, amasao la harina, echao de comer a conejos y gallinas, recogío los huevos de la puesta y ordeñás las vacas. Aluego llevé al prao las cabras, di riego al bancal de hortalizas y podé los almendros. De vuelta a la casa, ya atardecido, iba a rastrillar la maleza cuando mi Manolo, recién levantao, me pidió de rascarle el espinazo antes de enfilar pa la taberna a echar la partía. Si le pasé por el lomo el rastrillo fue porque lo tenía a mano y maliciaba que procuraría mayor alivio, señor Juez.



(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Cogí semillas de zanahorias y me puse a sembrar).






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