miércoles, 24 de junio de 2020

VALOR SOCIAL

Cuando hospitalizaron a Rufino Benavides por el coronavirus, le informaron de que disponían de pocos respiradores y que su asignación se hacía ponderando dos parámetros del paciente, la esperanza de vida y el valor social. En cuanto a la esperanza de vida, Rufino, en la cincuentena y sin ninguna enfermedad previa, confió en alcanzar un buen ratio. Pero lo del valor social… No era sanitario, a los que suponía en el top de la clasificación, ni policía, ni bombero, ni agricultor, que irían a continuación, ni tan siquiera maestro, transportista o fontanero, también con cierta relevancia. Así que, cuando le preguntaron por su profesión, Rufino, resignado, ocultó que era escritor y dijo que estaba desempleado. Lo que tampoco era mentira.



(Relato presentado al Concurso de Valencia Escribe mientras "Nos quedamos en casa", sobre temas de actualidad).

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