miércoles, 26 de noviembre de 2025

IL DIVO

 


IL DIVO
El abuelo tosía diferente al resto de residentes del geriátrico, con mayor variedad de registros y con agudos más altos y sostenidos. Sus frecuentes paseos por el vertedero cercano, aspirando los efluvios del detritus, algo tenían que ver.



(Relato presentado al reto de Salvador Terceño en El Camarote Microrrelatista. Frase de inicio obligada: El abuelo tosía diferente. No más de 50 palabras).

lunes, 17 de noviembre de 2025

POEMA INACABADO


UN ELEFANTE SE BALANCEABA SOBRE LA TELA DE UNA ARAÑA
El poema que él nunca terminó.


SÍSIFO POETA
El poema que él nunca terminó empezaba así: Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña.


MALOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA
El poema que él nunca terminó soportaba sobre sus versos, en el escritorio, el cuerpo exánime del poeta. En el funeral, por respeto, fue leído sin completar; sin que nadie se atreviera a incorporar el vocablo que faltaba, el último, y que tendría que rimar con «frustración».



(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: El poema que él nunca terminó).



lunes, 10 de noviembre de 2025

REINSERCIÓN EN GRANDES ALMACENES

PRÁCTICAS FIN DE CURSO
Te reinsertan en unos grandes almacenes al salir de prisión. La mortificación forma parte del tratamiento de la cleptomanía.

SALVA, CANALLA,
«Te reinsertan en unos grandes almacenes». ¿Tú crees que con esta puñetera frase se puede hacer un microrrelato decente esta semana?


ZORROS CUIDAN GALLINAS
Te reinsertan en unos grandes almacenes y a nuestro hermano en un pub sirviendo copas. Ya se pronostica, dinero mediante, sobre qué descubrirán antes, si tu cleptomanía, su alcoholismo o mi boyante negocio de apuestas en el penal.




(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Te reinsertan en unos grandes almacenes).




lunes, 3 de noviembre de 2025

OJOS TRISTES

CAMUFLAJE
Los ojos tristes de la pequeña prisionera pasaron desapercibidos junto a las canicas de cristal.

DE MAL A PEOR
Los ojos tristes de la pequeña prisionera denotan su decepción por el rescate.

CONTRICIÓN
Los ojos tristes de la pequeña prisionera le pesaban en la conciencia. Trató de exculparse atribuyendo al ruín del padre la responsabilidad, ya que estuvo racaneando el rescate hasta el hartazgo. Pero su remordimiento no cesó hasta que los depositó, los dos, en el bote de las canicas de cristal de colores alegres.

GRANDES REMEDIOS
Los ojos tristes de la pequeña prisionera removieron su conciencia, pero su condición de psicólogo infantil le permitió dar con la solución. A cuenta del rescate, le compró una Play Station.



(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Los ojos tristes de la pequeña prisionera).