Nadie lo había visto antes. Se presentó poco antes de que se alzara el telón, se introdujo en el féretro y ahí se quedó. Ni se movió ni se le oyó durante toda la función. Al finalizar y escuchar los aplausos, se incorporó, saludó y se marchó. Hay quien piensa que lo hizo por enriquecer su currículum, otros que por provocar, lo cierto es que nadie recuerda una representación de Cinco horas con Mario con tanto impacto.
(Relato presentado con el equipo Otras Tierras al concurso LEMCA del blog Esta noche Te Cuento. Jornada 14)
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