CADÁVERES LÍRICOS

ASESINO DE ENAMORADOS

Dejó la calle llena de líricos cadáveres. Pareados.

TODOS PAREADOS

Dejó la calle llena de líricos cadáveres.

DESCOMPOSICIONES POÉTICAS

Dejó la calle llena de líricos cadáveres. Un frustrado poeta había destripado un soneto cerca de la charcutería, descuartizado un pareado junto a la máquina expendedora de sandwiches, pinchado con un punzón tres redondillas ante la puerta de la tienda de neumáticos, abandonado dos seguidillas exhaustas ante el despacho de detectives y una soleá con síntomas de insolación al lado del solarium. Se sospecha que el iracundo vate obligó a hacerse el harakiri al haiku que apareció en la entrada del restaurante de sushi.

(Relatos presentados a concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Dejó la calle llena de líricos cadáveres).

LA DIFÍCIL POESÍA

MEMORIAS DE ALBERT

Me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta como para terminar formulando la Teoría de la Relatividad.

MUSAS DE VACACIONES

Me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta. Tal vez fue cuando, intentando un pareado, no encontré ninguna palabra que rimara con frustración.

INSISTENCIA CON ARTE

Me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta. Quizás fue cuando doña Gertru tomó la costumbre de, con sonetos impecables de versos endecasílabos, rima asonante y sublime belleza, recordarme los cuatro meses de pensión que le debía.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta).

ALGO HABRÍA HECHO

Una calavera, pequeña, de bebé, se encontraba entre las de los otros guillotinados.

(Relato presentado al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Una calavera, pequeña).

MUY GENERAL REGOCIJO

Hacía ya mucho tiempo que la tenía en el frigorífico. En la leja inferior, a la izquierda. En paciente espera. Después de aquello no tuve ningún interés en sustituirla; su espacio lo fueron ocupando diferentes viandas siempre de forma efímera. En su momento pensé que estaba realizando un acto tan íntimo y solitario como satisfactorio, pero esa noche de aquel 20 de noviembre, millones de botellas de cava vacías llenaron los contenedores de todo el país.

(Relato presentado al concurso del blog Esta Noche Te Cuento. Tema: SCHADENFREUDE, alegría por el mal ajeno).

DESBORDES NEGATIVOS

PALOS DE CIEGO

Desbordado de negativos defectuosos por toda la casa, cavilaba sobre el porqué de que ninguno fuera aceptable. Al que no le faltaba o sobraba luz –le decía su pareja– le salía desenfocado, el encuadre desequilibrado o la composición descompensada. Aún así, el fotógrafo invidente persistía cada día en lograr alguna instantánea digna de un Pulitzer.

LA INGRATA FUNCIÓN

Desbordado de negativos defectuosos informes sobre el desempeño de aquel joven trabajador, como Director de Recursos Humanos tuve, una vez más, que tomar decisiones desagradables. Se le atribuían continuas faltas de puntualidad, frecuentes abandono del puesto, actuaciones negligentes, trato descortés a clientes y compañeros y actuaciones irresponsables. Desde luego, resultaban intolerables tales comportamientos, así que no hubo más remedio que despedir a los firmantes. Solo desconociendo que se trata de mi hijo, se pueden entender tales acusaciones a persona tan cabal.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Desbordado de negativos defectuosos).

NINGUNA SUYA

ATENUANTE

Ninguna suya salvo la última. A la que encontraron en el pozo decía no recordarla, a la del vertedero, vagamente. Con la del bosque, la del río y la de la fábrica abandonada negó cualquier parentesco o relación. Con la última sí, de la exhumada del huerto de su casa dijo «la maté porque era mía».

EL BENEFICIO DE LA DUDA

Ninguna suya. Con contundencia y persuasión negó la propiedad de las dieciséis bolsas con estupefacientes que encontraron en distintos escondites de su vivienda, de las que dijo no conocer origen ni propietario. Entonces, los agentes se fijaron inquisitorialmente en el otro habitante de la casa, aquel gato sonrojado y de mirada huidiza.

DESCENDENCIA

Ninguna suya. Todas tenían la misma nariz retorcida que el vecino del 4º B.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Ninguna suya).

PUDIENTES LISTAS

CARIDAD DENTRO DE UN ORDEN

Que una es pudiente, pero no tonta. Benito, dígale usted a los indigentes que quedan en la puerta que ya tenemos nuestra plantilla de pobres cubierta. Que dejen sus datos, ya sabe, correo electrónico, teléfono y domicilio, y ya les avisaremos si se produce alguna vacante. Mientras tanto, que prueben en otros palacios.

EL IMPOSTOR

Que una es pudiente, pero no tonta. Le compro El Escorial porque me hace un buen precio.

CHOLLO INMOBILIARIO

Que una es pudiente, pero no tonta. El precio, de ocho cifras, me parecía algo elevado. Traté de negociarlo, aunque él no dejaba de destacar su estupenda ubicación, su regia estructura, la magnífica distribución de salas y aposentos, los materiales de calidad contrastada, el acabado, los importantes residentes que había tenido, su amplia zona de aparcamiento y la idoneidad para fiestas y eventos. Quité importancia a todo ello y regateé todo lo que pude. Al final, el intermediario con cara de pillo me vendió, por solo tres millones, el monasterio de El Escorial.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Que una es pudiente, pero no tonta).

LA DURA INVESTIGACIÓN

Al otro lado del microscopio, el lambettococo se comporta como si supiera que lo están mirando. Juega, baila, se esconde, se disfraza y se contonea con un tipo de vacile que confundiría con el de Koch cualquier becario que hubiera abrazado la ciencia huyendo de las letras. Pero lo que más provoca la ira del profesor Lambetto es que aparezca, en la fotografía ampliada, sacando la lengua, bizqueando y poniendo las orejas de soplillo.

(Relato presentado al concurso del blog Esta Noche Te Cuento, tema: MAMIHLAPITANAMAPAI Entendimiento silencioso entre dos personas).

ME ECHABA DE MENOS

DE DIEZ EN DIEZ

Cuánto me echaba de menos. Igual que yo a ella. Nos lo confesábamos en las escasas, cortas y controladas comunicaciones que, de tarde en tarde, conseguíamos mantener. Por razones laborales habíamos tenido que separarnos después de diez años de relación. No pudimos encontrarnos en la década siguiente, ni en fines de semana, por la distancia, ni en vacaciones, por inexistentes. Hoy me han informado de que se prorroga diez años más la misión en Júpiter.

MUSA DE VACACIONES

Cuánto me echaba de menos ante la inexpugnable hoja en blanco.

INSEPARABLES

Cuánto me echaba de menos si no me sentía cerca. Se ponía nervioso, irascible, sudaba, nada de lo que le dijeran le calmaba. A mí también me pasaba. Exactamente lo mismo. Creo que nos ocurre a todos los hermanos siameses.

SEGUIREMOS EN CONTACTO

Cuánto me echaba de menos. Así me lo confesaba en su carta. Recordaba con nostalgia mis caricias, mis croquetas y hasta mis enfados. También me daba la razón, creo que por primera vez en todo este tiempo, en mis advertencia de que no debía emprender aquel viaje hace tres años. Reconoce que no estuvo acertado. Aunque sí lo ha estado en la confianza de que la botella con su mensaje llegara a mis manos.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Cuánto me echab de menos).

PÍDEME UN CAFÉ Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

 Gonzalo, camarero y estudiante de psicología, etiquetaba a los clientes:

–¿Tomarán café los señores?

–Para mí solo con hielo –«Espíritu de la contradicción», asignaba Gonzalo.

–Yo descafeinado con leche templada –«Reprimido, seguro que en
casa se pone la leche de la nevera».

–A mí, un «ristretto» –«Ya apareció el políglota».

–Cortado, en vaso largo, con leche de soja muy caliente y azúcar morena– «Tiquismiquis».

–Café, pero café café –«Trastorno obsesivo compulsivo».

–Cortado con sacarina –«Sentimiento de culpabilidad, después de la tarta de tres chocolates».

–Yo, un café.

–¿Solo?

–Bueno, póngame dos –«Tímido, retraído y de buen conformar», concluyó el camarero.

(Relato presentado al con curso El Café del blog Esta Noche Te Cuento. Tema: en un café o restaurante con un camarero o cocinero).

NI CASO

EXTRAÑAS RELACIONES

Sin hacerme ni un poquito de caso, formalizó su relación con aquella mujer. Mira que le dije que no le convenía, que no tenía oficio ni beneficio, que no era de su nivel, que le llevaba diez años, que no les veía futuro… Cuando llegaba de madrugada, con su inconfundible olor a perfume barato, trataba de ponerme más seria y le advertía de las consecuencias de esa mala vida para su salud, pero ni aún así. Ya llevan tres años y me temo que la va a invitar a la celebración de nuestras bodas de plata.

MEMORIAS DE EVA BRAUN

Sin hacerme ni un poquito de caso, solo por llevarme la contraria, invadió Polonia.

ENGANCHADO

Sin hacerme ni un poquito de caso, el abuelo se niega a descansar en paz y aparece en casa todos los miércoles, a las diez, antes de que empiece la serie. Se acomoda en el sillón de siempre y no toma nada, tampoco fuma. Luego comenta, se ríe, padece, se exalta. Cuando termina el capítulo se despide. Sin duda falleció pronto. Aún quedan ocho temporadas.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Sin hacerme ni un poquito de caso).

PEQUEÑO, MIOPE Y AZUL

PERSONAJE EN BUSCA DE AUTOR

Mide cinco centímetros, usa gafas y viste de azul. Será una mascota imbatible. Los productos de merchandising nos los quitarán de las manos, será el héroe de muchas películas y el atractivo de espectáculos y ferias. Solo nos falta encontrar un evento digno de adoptar la imagen de nuestro diseño.

PERSONAJE DEL AÑO 2067

Mide cinco centímetros, usa gafas y viste de azul. Humm… demasiado común. ¡Hay que seguir buscando!

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena. Frase de inicio obligada: Mide cinco centímetros, usa gafas y viste de azul).

SE LLAMA JUAN, COMO PAPÁ

AL LÍO

Se llama Juan, como papá Antonio.

EN CASA DEL HERRERO

Se llama Juan, como papá, como mis otros cuatro hermanos, como yo mismo. Para que le apoden «el Bautista» resulta algo reiterativo.

RENCILLAS VECINALES

Se llama Juan, como papá, a mí me pusieron Olegario Facundo, como el vecino del quinto al que papá agrede cada vez que se lo encuentra en el rellano.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Se llama Juan, como papá).

VERANO DEL 93

Semidormida, pego mi cuerpo al suyo y lo abrazo por detrás reposando mi cabeza en su espalda. Ya hace treinta años y ahora lo recuerdo con nostalgia. Entonces yo tenía 15 y Monchito 16, y aunque veníamos coincidiendo en aquel pueblo de la costa desde hacía varios veranos, fue en ese cuando descubrí su atractivo. Que siempre buscara ponerse a mi lado no me pasó desapercibido. El día que rozó mi mano en la feria estuve tiempo sin lavarla y aspirando su aroma, evitando que ese tramo de piel se contaminara por el contacto con otras superficies. Y cuando, la noche anterior a nuestro regreso a Madrid, me besó la mejilla aprovechando la oscuridad del cine, temí que los latidos de mi corazón se escucharan en toda la sala.

Ahora, en la cama, con la emoción del recuerdo en mis ojos, el ronquido profundo de Ramón acompañado de un cuesco sostenido me sacan de mi ensimismamiento.

(Relato mencionado en el concurso del blog Esta Noche Te Cuento. Tema: KALOPSIA -delirio por ver las cosas más bellas de lo que son en realidad-).

L'INFLUENCE

Tan a la moda de París estaban, que hasta el gato maullaba en francés.

(Relato presentado al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Tan a la moda).

VENDEDORES ATRACTIVOS

SE SABE DÓNDE ESTÁ EL FUEGO

Aquel atractivo e irresistible vendedor de humo sedujo a todo un cuerpo de bomberos.

CUESTIÓN DE GUSTOS

Aquel atractivo e irresistible vendedor de lencería fina, con su amabilidad y ternura, batía todos los récords de ventas cada año. Su esposa estaba encantada por las comisiones e incentivos que traía a casa, sin embargo, prefería la ropa interior comestible que, con frecuencia, le regalaba el goloso vecino del quinto.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Aquel atractivo e irresistible vendedor).

AMOR DE HIJOS

DECISIONES SANGRANTES

Hasta que la quisieran como se quiere a una madre y aparecieran los primeros estigmas, mantendría los cilicios entre la vestimenta obligatoria de las novicias y las sesiones dobles de flagelación. Si no como madre, al menos se la reconocería como Superiora.

BOAS CONSTRICTOR

Hasta que la quisieran como se quiere a una madre, la cuidadora no las incluiría en su testamento.

CASTIGO

Hasta que la quisieran como se quiere a una madre de leche, los desayunos serían sin colacao.

(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Hasta que la quisieran como se quiere a una madre).