Dominaremos juntos el universo, le propuso por Internet a la escultural líder norcoreana el apuesto presidente americano.
–Chan-mool-do ooi-arae-ga it-da –contestó ella cortésmente, lo que Google tradujo como «me comes el potorro». Y ahí, según los arqueólogos de la galaxia Valle Inclán, dio comienzo la última guerra en el planeta azul.
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Dominaremos juntos el universo, le dijo él con aire seductor. Convencida de sus palabras, y por estar a tono con tan amplias responsabilidades, se provisionó bien de ropa para todo tipo de eventos y situaciones: galas, deporte, recepciones, ocio, baño… Tampoco faltó una amplia gama de complementos, zapatos, bolsos, sombreros, fulares… ni por supuesto equipamiento diverso, coches, esquís, lanchas, paracaídas, trajes de buceo… Él no le fue a la zaga y también consiguió un completo ajuar. Y así fue como Ken y Barbie consiguieron dominar el universo Mattel.
(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Dominaremos juntos el universo).
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