Mala suerte, no pudo ser. Lo teníamos todo preparado para aquella cena que iba a ser memorable, pero las circunstancias trastocaron nuestros planes. Los funcionarios de Servicios Sociales se presentaron a media tarde y se lo llevaron. Ya no fue lo mismo, tuvimos que conformarnos con tomar solo la guarnición.
(Relato presentado al concurso del blog Cincuenta Palabras).
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