De regreso, después de años guerreando por Tierra Santa, toca localizar, entre cien alforjas, la llave garantía de su honra. La dama, por ganar tiempo, extrae una horquilla de su peinado y, con una sola mano, la manipula convenientemente para ofrecérsela a su caballero: ¿y si probáis con esta ganzúa?
(Relato finalista en el concurso del blog Cincuenta Palabras).
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