Le llamaban «El Rey de la Loción barata» y había acumulado una escalofriante cantidad de dinero vendiendo su producto a todo tipo de gente, principalmente proxenetas, trileros y otros personajes del mismo gremio. Acosado por las autoridades tributarias, requirió de mis servicios jurídicos para eludir las importantes sanciones económicas que podían esperarse de sus infracciones fiscales y así poder disfrutar al completo de su fortuna. Presenté todos los recursos habidos y por haber; los mismos que fueron rechazados uno tras otro. Pero al final, solo tuvimos que presentarnos al juicio bien bañados en su famosa loción. Juez, Fiscal y Abogado del Estado hubieron de renunciar a prolongar la vista por no escuchar todas las alegaciones que sospechaban portaba en mi voluminosa bolsa y, tapándose con los dedos sus narices, acordaron desistir de continuar con el juicio.
(Relato presentado al concurso Relatos Abogados. Tema; abogados. Palabras obligatorias; disfrutar, escalofriante, bolsa, loción y rey).
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