La profesora de Derecho Constitucional del último curso era un bellezón. Rondaba los cuarenta, rubia, sensual, escultural y simpática. No en vano su clase era la que mayor asistencia masculina concitaba. Con motivo del aniversario de la Constitución, nos puso un ejercicio en el que teníamos que desarrollar algún aspecto de nuestra Carta Magna. Yo quise aprovechar la ocasión y lo dediqué a destacar la protección y promoción de la igualdad que contiene nuestra Ley de leyes, condenando cualquier discriminación de derechos de la ciudadanía por razones de diferencias de edad o de estatus social. Culminaba mi trabajo con un ejemplo, el de una posible relación amorosa entre una profesora y un alumno. No sé si se sintió aludida pero de esto hace ya tres años y su asignatura es la única que me queda pendiente para terminar la carrera.
(Relato presentado al concurso de Microrrelatos Abogados. Tema: Abogados. Palabras obligatorias: constitución, cuarenta, aniversario, derechos, ciudadanía).
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