Cuando vuelve a su cuarto y se da cuenta de que la muñeca con las agujas en cabeza y torso se encuentra sobre su cama, Lenita decide esconderla en el armario, al fondo. Allí se mantendrá a resguardo de las miradas de los asistentes al velatorio de su nueva mamá.
(Relato presentado al concurso del blog Cincuenta Palabras).
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