No pudo preverlo, la crisis económica hundió su boyante negocio inmobiliario. Lo peor fue su sobreabastecimiento. Había adquirido toneladas de material de obra muy barata, pura ganga. La profunda caída del sector de la construcción, la más notable de los mercados, impedía de momento dar salida al estocaje. Pero no se amilanó. En principio dirigió su cariño a otras actividades, aunque sin olvidar en ningún momento la inquietante inversión improductiva. Y un día, probablemente después de una fiesta amenizada por mariachis, le llegó la feliz idea: construiría un gran muro. Unos 3.000 kilómetros. Con él daría salida a todo el almacenaje. Lo mejor era que lo pagaría íntegramente México.
(Relato presentado en la 8ª Jornada de la Liga LEMCA del blog Esta Noche Te Cuento por el equipo Otras Tierras. Tema: fronteras. Palabra obligada: cariño).
Muy bueno Rafa. Esa maratón está resultando interesante.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Sí, sus propuestas estimulan la inventiva.
EliminarGracias? Nani.
Muchos besicos.
Estupendo micro que delata al protagonista como un "Tramposo".
ResponderEliminarUn tramposo prepotente.
EliminarGraciad, Juan Manuel.
Un abrazo.