Etelvino Cifuentes, abogado joven y entusiasta, salió airoso de las numerosas demandas contra su representado, don Laureano Comino, propietario y gerente del restaurante Las Delicias. Tanto las de clientes, por la deficiente cocina, como las de los trabajadores, por explotación laboral, como las de proveedores, por impagos reiterados, denotaban una evidente incapacidad para gestionar el negocio, pero logró con brillantez que se fueran desestimando una tras otra.
Después de que Etelvino leyera el papel con la última sentencia absolutoria y le pasara la minuta de sus honorarios, no pudo más que enarcar una ceja ante la propuesta de don Laureano, campechano y amable, de pagarle con un bono de veinte comidas en su nuevo establecimiento de bufé libre –bebida y café aparte– que había bautizado con el nombre de El Ave Fénix.
(Relato presentado al concurso microrrelatos abogados. Tema; abogados. Palabras obligadas: cocina, papel, ceja, gestionar y amable).
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