MERCADOS REGULADOS
Los padres de Tomás insistían en recuperar al estúpido de su hijo. No estaban de acuerdo con la cantidad recibida. Después de muchos razonamientos se conformaron; entendieron que, con la normativa sobre trazabilidad de productos, la cotización del cerebro del chaval sería muy baja y el precio no iría muy allá.
NUNCA MÁS
Los padres de Tomás insistían en recuperar al estúpido de su hijo, desconocedores de que los secuestradores, incapaces de soportar tamaña estulticia, ya habían decidido soltarlo y solicitar una orden voluntaria y perpetua de alejamiento.
¡ES LA ECONOMÍA, ESTÚPIDO!
Los padres de Tomás insistían en recuperar al estúpido de su hijo y su fracasado negocio de venta de bebidas alcohólicas. Si bien la facturación era muy elevada, solo tenía un cliente, él mismo.
ROTOS PARA DESCOSIDOS
Los padres de Tomás insistían en recuperar al estúpido de su hijo y no escatimaron en gastos llevándolo a los mejores especialistas. Resultó inútil. Hubo coincidencia en el diagnóstico: la estulticia congénita no tiene cura. Pero, como siempre que una puerta se cierra otra se abre, los galenos también apreciaron en el muchacho cualidades para un brillante futuro en la política.
RECOGIMIENTO
Los padres de Tomás insistían en recuperar al estúpido de su hijo, pero no era fácil. Solo sabían que estaba solo, en una isla del Pacífico, y que se había llevado para leer una guía telefónica.
(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Los padres de Tomás insistían en recuperar al estúpido de su hijo).
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