Nunca falta ninguno de los tres a la cita. Se ha convertido ya en un rito que repiten cada noche de sábado desde hace dos años. Tony es el que toma siempre la iniciativa y, en la oscuridad, procura no confundirse. Sabe guiarse porque Lucy tiene los labios más gruesos y Jenny es más ancha de hombros. Las dos son discretas, reservadas, poco habladoras y nada celosas. Y ambas prefieren dejarse hacer. Entre ellas se llevan bien. De no ser así, no habría forma de que aceptaran participar en el habitual trío. Tony, un tanto egoísta, es quien decide cada posición y quien distribuye los roles. También, cuando ya está satisfecho, quien determina el momento de acabar la fiesta. Entonces, las deshincha y las guarda en el armario hasta el sábado siguiente.
(Relato premiado en el II Certamen Internacional “Cuenta que te cuenta hasta 150”, con la obra del artista Juan Ramón Puñal que sirvió de inspiración y que acompaña este relato).
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