Esa noche saldrían a cenar un bocadillo de calamares y una ración de bravas. Era el último programa de Masterchef y estaban deseando comer como Dios manda.
PROFILAXIS ALIMENTARIA
Esa noche saldrían a cenar un bocadillo de calamares. Con sarampión, el niño no resultaba apetecible.
NADA DE AL PUNTO
Esa noche saldrían a cenar un bocadillo de calamares en un bar que presumía de servir los más frescos de la ciudad. Y algo de cierto había porque, al primer mordisco, los cefalópodos solían saltar y adherirse a la frente o al cuello de los comensales. Pero esta vez, Ireneo iba preparado y diría al camarero que los querían muy hechos.
RESPETANDO LAS DISTANCIAS
Esa noche saldrían a cenar un bocadillo de calamares gigantes. Lo tendrían que pedir desde la puerta.
(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Esa noche saldrían a cenar un bocadillo de calamares).
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