sábado, 14 de mayo de 2022

DEL OLIMPO AL TEBEO

DEL OLIMPO AL TEBEO
Aunque se sabe mucho de Chronos, dios del tiempo, poco se conoce de su hermana Ananké, la deidad de la inevitabilidad. Al primero se le atribuye la creación del devenir inexorable de momentos y sucesos. Cierto que con la loable intención de poner algo de orden en el caos existente en el universo, vale, pero por su atolondramiento aún estamos sufriendo sus perversos efectos colaterales. Conceptos como envejecer, inventos como el despertador o ideas como las listas médicas de espera no existirían sin ese fatídico contador perpetuo. Nuestra vida sería bien distinta. Pero no dejemos de lado a la hermanita. Por la gracia de Ananké, por ejemplo, no hay Navidades sin Pretty Woman ni fabada sin flatulencias, el pobre Santiago Nasar no tuvo escapatoria a su muerte anunciada y las tostadas, como nos hizo ver Murphy, siempre caen por el lado de la mantequilla. El único alivio que podemos reconocer a la pareja de hermanos, es que, sin duda, sirvieron de inspiración al dibujante Escobar para crear sus personajes de Zipi y Zape.




(Relato presentado al concurso del blog Esta Noche Te Cuento. Tema: Hermanos y relojes).

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