En equilibrio inestable soporto con estoicismo y cabizbajo la reprimenda de mamá. Esta vez también tiene razón. El caso es que siempre me hago el propósito de seguir sus consejos, no ir tan alocado, pensar las cosas antes de hacerlas, ser más pausado; pero lo cierto es que pronto lo olvido y vuelvo a las andadas. Mamá, más enojada que nunca, me hace la pregunta directa señalando el objeto de su angustia. Y no sé qué contestarle. Repaso todo lo que hice esta tarde con Javito, los chapuzones en el arroyo, la búsqueda de nidos subidos a los árboles, los saltos de liana en liana, la vuelta por el borde de la valla… Pero no, no consigo recordar dónde he podido perder la pierna que me falta.
(Relato presentado al concurso del blog Esta Noche Te Cuento, inspirado en la foto de Cristina García Rodero que lo acompaña).
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