martes, 24 de enero de 2017

NUNCA MÁS

A VUELTAS CON EL INCIDENTE

«No quiero volver a verte nunca más» me dijo el Comandante, muy enfadado, después de que hubiera accionado una palanca que, al parecer, no debía tocar. A continuación me echó fuera sin ningún miramiento. Ninguno. De eso hace ya cuatro órbitas.



HERMANOS PARA SIEMPRE

–¡No quiero volver a verte nunca más!, ¡para mí ya no existes!, ¡y no vuelvas a dirigirme la palabra jamás! –le dijo muy enfadado a su hermano cuando este se opuso a la intervención quirúrgica que dejaría de mantenerles unidos por el pulmón.



RUPTURAS

No quiero volver a verte nunca más, no vuelvas a dirigirme la palabra jamás, hemos terminado. Has estado toda la tarde pendiente de esa rubia tontita de la minifalda. Que si qué ocurrente, que si qué simpática, que hay que ver cuánto mundo tiene… No eres más que un estúpido baboso que solo tiene ojos y atenciones para las demás. Ya solo faltaría que mañana te olvidaras de prepararme una sorpresa por nuestro aniversario.



SUS DESEOS ERAN ÓRDENES

«No quiero volver a verte nunca más, no volveré a tu consulta» me dijo muy enfadada porque no le hacía efecto el tratamiento que le había recomendado para su conjuntivitis. Así que, señor Juez, después de calmarla, en vez de colirio le administré un ácido para facilitar el cumplimiento de su deseo.



(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: No quiero volver a verte nunca más).






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