martes, 5 de diciembre de 2023

DE VERDUGOS

SIN REBELIÓN EN LA GRANJA
Mientras le vendaba los ojos, el verdugo, que así se le llamaba ahora, pensaba aliviado en el sufrimiento que así se evitaba a cerdos, corderos y terneros.


SIN MALENTENDIDOS
Mientras le vendaba los ojos, el verdugo lo dejó claro: no iban a jugar a la gallinita ciega.


QUERENCIA
Mientras le vendaba los ojos, el verdugo reflexionaba sobre sus condiciones laborales: salario precario, trabajo con el torso desnudo incluso en invierno, esa capucha agobiante, madrugones frecuentes, los lamentos lastimeros de los reos, el griterío ofensivo de la plebe, la ropa siempre con manchas de sangre, el desprecio social… Si la cosa no fuera vocacional, ¡aquí lo iban a tener!




(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada:Mientras le vendaba los ojos, el verdugo).

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