CONSANGUINIDAD
AVIARFILIA
Esperando que más pronto que tarde, dejes de llorar por él, empiezo a cocinarlo al curry.
CUESTIÓN DE PRINCIPIOS
Esperando que más pronto que tarde, dejes de llorar por él, empiezo a buscarte en las redes sociales otro novio mejor. Con el último ya son cinco a la fuga en lo que va de año. Pero con la elección del próximo vamos a ser más escrupulosas. Nada de citas presenciales hasta asegurarnos de que es una persona sin prejuicios, que acepta la diversidad, que aprecia las actividades en equipo y que es desinhibido y no tiene aversión a compartir. Pero, sobre todo, que te quiere como eres y no le suponga una contrariedad que seas mi siamesa.
QUE POR BIEN NO VENGA
Esperando que más pronto que tarde, dejes de llorar por él, nuestro hermano mayor, voy a ir preparando la respuesta para cuando pidan el rescate. A ver… Lo sentimos, no tenemos efectivo, no sabemos lo que son bitcoins, los temas financieros los llevaba él personalmente y, además, ha dejado libre el yate y el chalet de la playa, así que no vuelvan a llamar hasta que esté de vuelta.
FALTA DE PRÁCTICA
Esperando que más pronto que tarde, dejes de llorar por él, para devolverle al vecino la sierra eléctrica y el «after shave». Dile que este no lo has llegado a usar. Quizás te ha faltado más crema de afeitar. Y desde luego, pulso; mucho mejor pulso.
(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Esperando que más pronto que tarde, dejes de llorar por él).
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