Dibujó un pequeño ataúd y se metió dentro. A su hermano Javito, que llegó más tarde, no le gustó el féretro y lo borró para pintar en su lugar un trébol de cuatro hojas. Nunca más se supo del mayor y el pequeño quedó como heredero universal.
OCURRIÓ EN ESTORIL
Dibujó un pequeño ataúd y se metió dentro. Sin saberlo, su hermano borró el dibujo y ya no hubo forma de encontrar al hijo preferido. Esta fue la propuesta que hizo a su progenitor para evitar tener que explicar el disparo en la cabeza. El padre empezó a preocuparse seriamente por el futuro del país.
(Relatos presentados al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Dibujó un pequeño ataúd y se metió dentro).
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